Marco A. Flores
Nogales, Sonora.- En Sonora, las garitas de Lukeville y de Nogales, Arizona, así como las de San Ysidro en California y la de Eagle Pass en Texas, reabrieron sus puertas para mejorar los tiempos de espera y cruces de miles de personas que a diario se trasladan a través de la franja fronteriza entre México y Estados Unidos.
Desde las primeras horas de este jueves 4 de enero, los puertos en Lukeville, frontera con Sonoyta, Sonora; el acceso peatonal de San Ysidro, colindante con Tijuana, Baja California y el cruce vehículo de Eagle Pass, vecino de Piedras Negras, Coahuila, fueron reabiertos por oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
La garita peatonal Morley, frontera con Nogales, Sonora, empezó a recibir a viajeros y visitantes mexicanos a partir de las 10:00 horas.
Eran largas filas
“Voy para Tucson, esto está muy bien y hacía falta ya. Hasta frente del Fray Marcos (hotel) se hacían colas antes, estábamos parados todo el día para ir al otro lado. Ahorita voy a Tucson con mis hijas”, dijo la señora Verónica Sánchez, mientras hacía fila de espera para cruzar por el cruce Morley.
Autoridades de ambos países organizaron una ceremonia oficial para la reapertura en Nogales, donde los alcaldes de las dos fronteras, Francisco Gim y Jorge Maldonado, reconocieron el proyecto de modernización de las instalaciones de la Aduana de México, para mejorar y agilizar el tránsito fronterizo.
Impulso económico
“Da un impulso económico para ambos Nogales, es relevante esta reapertura dentro de los trabajos que se dan para la modernización de las aduanas, donde el gobernador Alfonso Durazo y el presidente López Obrador, han impulsado esta reapertura para que se tenga un mayor tránsito de personas y mercancías”
Juan Francisco Gim Nogales
El mayor Maldonado destacó que la reapertura es positiva porque ayudará para mejorar el cruce y los comerciantes de ambos Nogales esperaban esta garita ya funcional, la cual se pudo haber aperturado desde hace un mes.
Proyecto de modernización
En esta frontera, la garita peatonal Morley duró cerrada desde mediados de septiembre, debido al proyecto de modernización de la Aduana, ya que se construyó un edificio de dos plantas, con más espacio para procesar a las personas que cruzan y de paso, ofrecer alojamiento a elementos de la Guardia Nacional que operan en los tres cruces fronterizos de este municipio.
“Estábamos batallando para cruzar hasta una hora y media por la otra garita, la DeConcini, pero ahora será más rápido. Ahora será más rápido para ir de compras”, dijo el ciudadano Agustín Sánchez, mientras esperaba turno para cruzar.
