Drones y delincuencia organizada
Colaboración de IntelBrief Strattia
La utilización de Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) -drones-, gran parte de ellos comerciales, por parte de la delincuencia organizado no es un fenómeno reciente. Según datos de la consultora C/O Futures, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lleva usándolos desde al menos 2017.
El uso de los VANT no se limita a este grupo, sino que también se ha identificado su uso por parte del Cártel de Sinaloa (ver), Cártel del Golfo y Cártel del Noreste (ver) así como grupos de “autodefensas” (ver).

En las pugnas entre grupos antagónicos de la delincuencia organizado, la utilización de los VANT se ha afianzado para tres fines: exploración, recolección de inteligencia y ataque. Sin embargo, también pueden ser usados para transportar pequeñas cantidades de drogas a lugares de difícil acceso (centros penitenciarios, por ejemplo).
Las ventajas
La mayoría de los drones comerciales son ligeros y con costos relativamente bajos y, dependiendo del uso que se les dará, son las características que deben poseer.
Desde su uso para recolección de información (reconocimiento) e inteligencia, con los drones más pequeños, pero alta autonomía de batería, maniobrabilidad y resolución de cámara hasta los más grandes y con mayor capacidad de “carga”, para su adaptación como VANT de ataque (ver, ver,).

El uso de los principios de los conflictos asimétricos, utilizados principalmente por grupos extremistas de Medio Oriente y guerrillas ha sido efectivamente manejado por el crimen organizado.
Kamikaze
Ejemplo de esto ha sido la evolución de artefactos explosivos, pasando del uso de vehículos bomba a drones bomba kamikaze para ser detonados remotamente. La precisión en el objetivo se ha acotado significativamente.
Cabe destacar que no cualquier persona puede elaborar dispositivos explosivos improvisados ni operar efectivamente drones. Esto habla del nivel de sofisticación del personal y la creación de unidades especializadas por parte de la delincuencia organizada (ver).

Con esto, la delincuencia organizada está poniendo nuevos retos a las autoridades en materia de seguridad.
Análisis
- El uso de estos vehículos como armas, muestran retos y amenazas dentro de los conflictos asincrónicos en el país y el uso de drones.
- Los grupos del crimen organizado, principalmente el CJNG, podrían escalar sus capacidades armamentísticas al tener entre sus filas “brigadas” de personal especializado en el uso de VANT.
Ante esto, dos posibles escenarios se vislumbran: 1) el secuestro de ingenieros y/o estudiantes de ingeniería con capacidades para el manejo de drones y/o telecomunicaciones o incluso 2) contar con instructores especializados.

Estos escenarios, si bien no son nuevos -como se daba en el pasado para tareas de videovigilancia y telecomunicaciones (ver) así como el envío de personal a universidades para incrementar sus capacidades (ver)- pueden volverse a replicar.
Los Droneros del CJNG
Ante esto, a través de fuentes abiertas, se ha podido identificar como “Operadores Droneros” a la unidad encargada de los VANT en el CJNG. Esta unidad estaría operando principalmente en Michoacán y Jalisco (ver).
- Los drones más baratos y “caseros” pueden proveer información de inteligencia con un bajo costo/riesgo para sus usuarios. Asimismo, sus capacidades de reconocimiento son comúnmente utilizados para la identificación de objetivos y el direccionamiento de planes de ataque.

Drones más grandes, pero aún comerciales para su compra, pueden adaptarse para portar artefactos explosivos improvisados, capaz de tener impactos de precisión y efectos psicológicos.
- Además del uso bélico, los VANTS se utilizan para ingresar a áreas remotas y/o controladas con mucho mayor facilidad que por sobre tierra o a través de una incursión con personal.
- La adquisición de este tipo de artefactos no sólo se hace a través del comercio lícito a través de internet, si no que podrían darse eventos de robo de dispositivos como ya se ha reportado en el pasado (ver).
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